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La Era de la Posverdad: sobreinformación, rapidez, competencia e intereses

Empiezo este post a partir de un artículo publicado este mes en la revista de ACOP titulado “La doctrina del post” y escrito por Myriam Redondo. Y no es más que una reflexión a partir de él. ¿Hasta qué punto la posverdad (palabra del año por el diccionario Oxford) es algo novedoso?

¿Es posverdad el demonizado “Eje del Mal” de George W. Bush? ¿O es un frame construido para enmarcar una realidad desde un prisma determinado? ¿O es propaganda? ¿O estamos hablando de lo mismo?

Parece que la posverdad nace con la victoria de Donald Trump, el Brexit o el fracaso del referéndum de las FARC en Colombia,  hechos noticiosos que bien podrían enmcarcarse como “la realidad supera a la ficción”.

Momentos en los que la desinformación parece la causa de consecuencias no predecibles.  ¿Realmente la desinformación es la causa? ¿Podríamos estar ante “cisnes negros”, sucesos no esperados que cambian nuestros esquemas o marcos mentales? ¿Pero tan impredecible fue la victoria de un candidato cuando se presentan dos a unas Elecciones? ¿O que saliera “no” en vez de “sí” cuando se pregunta a un ciudadano al que no se suele preguntar? Hombre, es que a lo mejor “no debe votar todo el mundo, solo quienes nos interesa” (sic) (atención a la atinada referencia del excluyente lenguaje que hace Redondo sobre ‘1984’ en el artículo de ACOP).

Existe una propia confusión cuando intentamos buscar lógica a la posverdad (aunque puede que no la tenga). Puede que estemos ante la conmoción que supone la creación de un frame nuevo.

Quizá sí podamos decir que la posverdad se “ha graduado” con las redes sociales. Y comenzamos a demonizarlas. Hay quien afirma que Facebook fue quién proporcionó la victoria a Trump. Por la rapidez en la propagación de las noticias (más o menos verdaderas, más o menos falsas), por la viralidad de su funcionamiento.

La era de la posverdad - victoria de Trump

Pero seríamos muy ingenuos si pensáramos que Facebook no es tan posicionable como lo puede ser un medio de comunicación. ¿Desde cuándo los medios son 100% objetivos? ¿Y no han facilitado la propaganda o la creación de marcos?

Leo que el grupo alemán Axel Springer rechaza colaborar con Facebook para verificar las noticias en la red social. Quizá sea porque, todavía, desde los medios no se consideran las redes sociales como “uno de los nuestros”. ¿No es acaso un vehículo que traslada un mensaje de un emisor a un receptor?

Sobreinformación, rapidez, competencia e intereses. La era de la posverdad nos convierte a todos en “periodistas” y a todos en influenciables. ¿Qué pensáis?

2 respuestas a “La Era de la Posverdad: sobreinformación, rapidez, competencia e intereses”

    • Los mercados son tremendamente vulnerables ante los ‘cisnes negros’. Por si acaso Le Pen «diera la sorpresa», los mercados comienzan a manifestar su malestar antes unas posibles catastróficas consecuencias y los medios lo recogen. Se genera entonces un marco mental que intenta influir en la decisión del votante.

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