GEMA DIAZ PALOMAR

El papel del anunciante o comerciante es sencillo pero resulta curioso ver y probar siempre el otro punto de vista. ¿Qué ocurre si un anunciante se mete a afiliado?

Y, aunque a priori parece algo inherente al mundo online, la primera realidad es que no estamos haciendo otra cosa que marketing a comisión de toda la vida.

Si en marcas como Avon o Círculo de Lectores, es el vendedor quien reúne a sus contactos o vende “a puerta fría”, en el caso de Internet, lo que hacen los afiliados es ceder un espacio publicitario de su página web a los anunciantes a cambio de una comisión por venta o registro realizado a través de este canal.

Punto positivo para el afiliado: supone un reto a la hora de profesionalizar tu página web y buscar más tráfico y más cualificado.

Punto negativo para el afiliado: la marca está publicitándose de manera gratuita en su sitio web independientemente de que se generen leads.

Obviamente, este punto negativo para el afiliado, es un punto positivo para el anunciante, ya que obtiene visibilidad en la Red por un módico precio (a veces, de manera gratuita), muy lejos de la contratación de campañas publicitarias al uso.

Y, en ocasiones, los anunciantes abusan de este punto, sin entender que, para que funcione, se debe conseguir una relación beneficiosa por amabas partes. Olvidamos fácilmente que estamos hablando de marketing “orientado a resultados”.

Pero, ojo,  los afiliados cada vez están más profesionalizados. El aumento de marcas que optan por este marketing de afiliación hace que exista competencia respecto a las comisiones y el tipo de materiales que se ofrecen a los afiliados, además, por supuesto, de la seriedad con la que les tratan.

Si soy afiliado, no solo solicitaré los programas más afines al target de mi web, sino que optaré por aquellos más interesantes desde el punto de vista creativo, sólido y económico.

De igual manera, existen distintas plataformas de afiliación, a las que los afiliados exigen seriedad y transparencia a la hora de cuantificar visitas, leads y comisiones.

La libertad del afiliado está en abandonar el programa o la red de afiliados cuando considere que no se cumplen objetivos o las condiciones no se satisfacen. Precisamente, la regla fundamental de afiliado es hacer valor su sitio web y su trabajo.

¿Qué echo en falta respecto a los anunciantes? Sobre todo, que entiendan la concepción del marketing de afiliación como una relación win-win.

Es cierto que, muchas veces, el día a día nos impide actualizar todo lo que deberíamos. O, en otras ocasiones, los departamentos de marketing se orientan hacia otro tipo de acciones dejando de lado aquellas que no son tan vistosas a corto plazo.

Pero, para un afiliado, una nueva creatividad o campaña siempre es una buena noticia, ya que supone ofrecer un valor añadido a sus lectores. No puede ser que nos encontremos campañas de la Navidad pasada en verano o promociones caducadas desde hace varios meses. Eso nos espantaría en otros soportes como la prensa o la televisión.

Sin hablar de comisiones por debajo de mercado y abonadas a largo plazo, lo que resulta frustrante para el afiliado.

Por su parte, además de la transparencia y seriedad que comentaba anteriormente, una plataforma de afiliación también debe construir fidelidad respecto a los afiliados con los que trabaja como intermediarios.

Si tenemos en cuenta que es el afiliado el que da el primer paso, sin saber si va a recibir algo a cambio, la plataforma debe estar muy encima de las necesidades del afiliado, al que debe considerar parte fundamental del negocio.

La correcta atención al afiliado, la formación continua y la defensa de intereses de cara a conseguir mejores condiciones por parte de los anunciantes es fundamental.

De igual manera que mimamos a nuestros clientes, o a nuestra fuerza de ventas, la red de afiliados son prescriptores de nuestro negocio y generadores de beneficios, tanto para los anunciantes como para las redes de afiliación. Cuidémosles.   

Algunas plataformas de afiliación: