Durante estos últimos meses, además de dedicarme a distintos proyectos, he tenido tiempo para profundizar más en el mundo del e-commerce. A priori, suena muy bien, suena a auténtica revolución.
Cuanto más voy conociendo y leyendo sobre la venta a través de Internet, más me convenzo de que estamos ante una nueva realidad. Lo que no deja de fascinarme pero también de generarme bastantes dudas.
Ok, una realidad más rentable, en la que los costes fijos se reducen a la mínima expresión, lo que se traduce en precios más competitivos. Una realidad más sostenible, lo que no significa que desparezcan puestos de trabajo sino que se transforman en nuevas ocupaciones relacionadas con las TIC o la logística. Una realidad más eficaz, con una disponibilidad transaccional 24/7 para cualquier parte del mundo.
Quizá, en mi opinión, el reto más complicado al que tiene que hacer frente el e-commerce es el servicio al cliente. El actual modelo intenta imitar el servicio que puede ofrecer una tienda tradicional a través de potentísimos CRMs. Estos sistemas almacenan y analizan el comportamiento de cada cliente para ofrecerle la solución casi al mismo tiempo que surge el problema. ¡Sería como tratar un con vendedor con memoria de elefante!
Pero realmente ¿ésta es la clave para generar ventas? ¿para que las estrategias de cross-selling funcionen? ¿Dónde quedó la empatía humana, la psicología? ¿Es igual de persuasiva una newsletter que un asesoramiento personal?
Todo lo humano que la máquina no puede imitar es, para mi, el talón de Aquiles de la venta electrónica. Quizá ahora no lo veamos. Internet no ha llegado, ni mucho menos, a todas las casas. Pero será algo que ocurra con el tiempo. Las nuevas generaciones nacen ya bajo la influencia de Internet y comprar a través de la Red será algo tan común como bajar al establecimiento de la esquina.
Creo que solo el comercio tradicional desaparecerá si Internet es capaz de imitar al 100% todas sus ventajas competitivas. ¿Será posible? ¿O quizá, como todo lo vintage, la venta tradicional se convierta en objeto de culto, en algo diferenciador y especial?
2 respuestas a “El e-commerce ¿ha llegado para quedarse?”
Soy una apasionada del e-commerce, creo que habrá sitios donde el comercio tradicional casi desaparezca pero en otros todavía no. Si, la venta se convertirá en algo muy especial. De hecho ya está pasando, tiendas pequeñas con productos artesanos, únicos.
Totalmente de acuerdo, en un mundo cada vez más competitivo, las empresas se verán obligadas a explorar nuevas formas de contactar con los clientes y presentarles sus productos. Ahí, entra el ecommerce. Pero eso no significa que el comercio tradicional desparezca, es más, creo que ofrecer un valor añadido en tienda, diferente al que se ofrece en internet, y viceversa, será la clave del éxito. Muchas gracias por tu comentario!