En el anterior post comentaba algunas de las ventajas que pueden proporcionar las redes sociales a las empresas.
Dando una vuelta por este mundo, he encontrado ejemplos que pueden ser significativos a la hora de saber cómo podemos implantar las tecnologías sociales a nuestra organización.
Con el auge de Twitter y Facebook, en ocasiones no nos acordamos del potencial que tiene un canal como YouTube para difundir la imagen corporativa e información relevante de una empresa. El nombre de YouTube siempre nos remite a vídeos caseros colgados por usuarios anónimos. Por el contrario, una organización puede diferenciar sus contenidos de estos a través de un canal corporativo.
Aunque existen muchos, a mi me gusta especialmente el canal fcbarcelona, un espacio totalmente corporativo en el que el Club cuelga todos sus vídeos. Os aconsejo que lo echéis un vistazo aunque debéis tener en cuenta que tener un canal parecido requiere inversión económica ya que, por ejemplo, para tener una banda como el banner superior, el usuario debe contratar el paquete Premium.
Aún así, han entendido perfectamente que el vídeo es el futuro al enfrentarse a un usuario cada vez más ocupado y con menos tiempo. Además, actualmente, el 20% de los contenidos en Google ya son vídeo, por lo que un canal de estas características es un empuje fuerte a su SEO.
En Facebook existen muchas páginas públicas muy interesantes, cada una por un rasgo diferenciador. Por ejemplo, tenemos la página de la cadena textil H&M, con los mismos contenidos que una página web. Cambiando de tercio, también es interesante el ejemplo integrador de Biblioteca Nacional, una institución pública que ha sabido aprovechar las redes sociales para aunar tradición y modernidad.
En Twitter, haría una crítica a los medios de comunicación. Si bien la filosofía de las redes sociales es el diálogo, el servir de valor añadido, ningún medio (por lo menos, que yo haya visto) fomenta ese diálogo sino que se limitan a destacar los contenidos nuevos que hay en sus portales. Esto limita el canal Twitter a un mero soporte publicitario o un sistema de alertas, cuando puede ser mucho más.
En las empresas, pasa un poco más de lo mismo. Las organizaciones destacan sus promociones, sus campañas, sus nuevos informes sin fomentar la interactividad con los usuarios. Lanzan un tweet y ahí permanece inamovible.
Me quedo por ejemplo con el Twitter de la Asociación de la Prensa de Madrid que, además de ofrecer contenidos, retwittea aquello que considera interesante, agradece todas las menciones que les hacen y da la bienvenida a los nuevos seguidores. Para mi, eso sí es mantener un perfil de Twitter de manera adecuada.
Linkedin es una red de networking profesional en la que la mayor parte de las empresas, exceptuando las de Recursos Humanos, aparecen gracias a las menciones en los currículums de los usuarios. Por ello, considero imperdonable que las empresas no tenga un perfil cuidado, con su imagen y descripción corporativa.
Solo he nombrado algunos ejemplos pero, por supuesto, existen muchos más y existirán, ya que poco a poco las redes sociales van haciéndose paso en la estrategia comunicativa de una empresas.